sábado, 26 de marzo de 2011

EMPIRISTA:GEORGE BERKELEY


Berkeley nació en Dysert, cerca de Thomastown, Irlanda. Fue el hijo mayor de William Berkeley, miembro de la familia nobiliaria de Berkeley. Recibió su educación en el Kilkenny College, y asistió a las clases del Trinity College de Dublín, donde acabó sus estudios en 1707. Permaneció en el Trinity College hasta lograr un título de profesor de Griego. Su primera publicación fue de carácter matemático, pero la primera que le ganó notoriedad fue su Ensayo hacia una nueva teoría de la visión, publicado en 1709. Aunque levantó mucha polémica en su momento, sus conclusiones forman parte en la actualidad de la óptica. En 1710 publicó el Tratado sobre los principios del conocimiento humano y en 1713 los Tres diálogos entre Hylas y Philonus, en los que desarrolló su sistema filosófico, cuyo principio fundamental es que el mundo que se representa en nuestros sentidos sólo existe si es percibido. El Tratado es una exposición, mientras que los diálogos constituyen su defensa. Uno de sus objetivos principales fue combatir el materialismo, teoría dominante en su época. Aunque sus teorías fueron ridiculizadas, algunos, como S. Clarke, le consideraron un genio. Poco después visitó Inglaterra donde fue recibido por Addison, Pope y Steele. En el periodo entre 1714 y 1720 alternó sus trabajos académicos con viajes por Europa. En 1721 recibió un doctorado en teología, y decidió permanecer en el Trinity College de Dublín dando clases de Teología y Hebreo. En 1724 se le hizo deán de Derry.

En 1725 se embarcó en un proyecto de fundar una escuela en las islas Bermudas para los misioneros de las colonias, dejando el deanato que le reportaba unos ingresos de 1100£ por un salario de 100£. Desembarcó cerca de Newport (Rhode Island), donde compró una plantación. El 4 de octubre de 1730, Berkeley compró «un negro llamado Philip de aproximadamente catorce años». El 11 de junio de 1731, «el deán Berkeley bautizó a tres de sus negros como Philip, Anthony y Agnes Berkeley»

Los sermones de Berkeley explicaban a los colonizadores que el cristianismo apoyaba la esclavitud, y en consecuencia los esclavos debían ser bautizados: «sería una ventaja para sus negocios (de los patrones) tener esclavos que deban "obedecer en todo a sus patrones desde las entrañas, no sólo cuando les observan, sino de todo corazón, temerosos de Dios"; que la libertad del evangelio concuerda con la servidumbre temporal, y que todos sus esclavos sólo serán mejores esclavos siendo cristianos»

Vivió en la plantación mientras aguardaba a que llegaran los fondos para su escuela. Sin embargo, estos fondos no parecían ir a llegar pronto, así que en 1732 volvió a Londres. En 1734 fue designado obispo de Cloyne. Poco después publicó Alciphron, o el filósofo insignificante, contra Shaftesbury, y en 1734-1737 The Querist. Sus últimas publicaciones fueron Siris, un tratado sobre las virtudes medicinales de la infusión de resina de pino, y Further thoughts on tar-water (más pensamientos acerca de la infusión de resina de pino).
Permaneció en Cloyne hasta 1752, fecha en la que se retiró y se fue vivir con su hijo a Oxford.

Contribuciones

La filosofía de Berkeley es el empirismo llevado al extremo. Si John Locke había dudado sobre el conocimiento de los cuerpos, Berkeley va más allá. En su juventud, Berkeley propuso que no se puede saber si un objeto es, sólo puede saberse un objeto siendo percibido por una mente. Declaró que los seres humanos no pueden conocer los objetos reales o la materia que causa sus percepciones, sino que incluso las propiedades matemáticas son ideas semejantes a las cualidades sensoriales. Por tanto, concluyó que todo lo que puede conocerse de un objeto es su percepción del mismo, y resulta gratuito suponer la existencia de una sustancia real que sustente las propiedades de los cuerpos. Los conceptos abstractos de Locke no existen para Berkeley, ni en la naturaleza ni en el espíritu, es una ficción. Las ideas siempre conservan su particularidad. No es la abstracción, sino el lenguaje, lo que hace posible extender observaciones particulares a lo general.

En consecuencia, los objetos percibidos son los únicos acerca de los que se puede conocer. Cuando se habla de un objeto real en realidad se habla de la percepción del objeto. Los cuerpos no son más que haces de percepciones.

Esto plantea la cuestión de si los objetos son objetivos en el sentido de ser el mismo para diferentes personas, y, de hecho, si tiene sentido el concepto de existencia de otros seres humanos más allá de la percepción de los mismos. Berkeley argumenta que dado que experimentamos a otros humanos cuando nos hablan—algo que no está originado por ninguna actividad que emprenda el individuo que percibe—y dado que sus visiones del mundo son consistentes, se puede creer en su existencia y que el mundo es idéntico o similar para todos.

En consecuencia:

1. Todo conocimiento del mundo empírico se obtiene a través de la percepción directa.
2. El error proviene de considerar en detalle las percepciones.
3. El conocimiento del mundo empírico puede purificarse y perfeccionarse eliminando todo el pensamiento y quedándose sólo con las percepciones puras.


De esto se sigue que:

1. La forma ideal del conocimiento científico se obtiene persiguiendo las percepciones puras, sin intervención del intelecto.
2. Si los individuos actuaran de esta forma, seríamos capaces de conocer los secretos más profundos del mundo natural y del mundo humano.
3. La meta de la ciencia, por tanto, es desintelectualizar las percepciones humanas, purificándolas.

Berkeley es metafísico por cuanto afirma la existencia de una realidad trascendente y la considera objeto de conocimiento. La realidad de los cuerpos es su condición de ser percibidos y el que las percibe debe por tanto de existir. Hay un espíritu que percibe y piensa, pero es la única clase de sustancia, no hay una sustancia exterior al espíritu, como en la metafísica tradicional. Algunas de las ideas que tiene este espíritu implican la influencia de Dios para que se produzcan de forma coherente. Es decir, el mundo material son las percepciones que Dios nos hace tener. Pero como Dios no puede ser objeto de conocimiento, sólo las apariencias lo serán. Dios no sería entonces el distante ingeniero de los mecanismos newtonianos que a lo largo del tiempo causan el crecimiento de un árbol en el jardín de la universidad. En lugar de esto, la percepción del árbol es una idea en Dios, y el árbol sigue existiendo cuando aparentemente nadie lo percibe simplemente porque Dios lo observa constantemente. Dios es, para Berkeley, el garante del orden que se halla entre todas las ideas.

La filosofía de David Hume acerca de la causalidad y la objetividad es una elaboración de otro aspecto de la filosofía de Berkeley. A medida que progresó el pensamiento de Berkeley, pudo haber asimilado las teorías de Platón, aunque no se sabe con seguridad. Luce, el considerado más eminente estudioso de la filosofía de Berkeley del siglo XX, enfatizó con frecuencia la continuidad de su filosofía en la madurez. Esto indica una continuidad entre los Principios, Alciphron y el resto de las obras filosóficas de Berkeley. Además, el panenteísmo inquebrantable de Berkeley es una evidencia que contradice una completa asimilación del platonismo, y Alciphron es un desarrollo en lugar de una revisión de cualquier trabajo previo. También contradice esta interpretación el hecho de que Berkeley volviese a publicar sus libros pocos años antes de su muerte sin realizar cambios importantes.

En relación a la física newtoniana, Berkeley le concedió un carácter únicamente utilitarista. Para él, las herramientas matemáticas empleadas en la elaboración de la física de su tiempo son otra clase de ideas no-generales. Ejemplificó este extremo señalando que al pensar un triángulo no se opera sobre una idea abstracta y general del triángulo, sino que la idea pensada viene siempre aparejada de un triángulo cualquiera, sosteniendo por lo tanto su realización particular en la mente. En consecuencia, las tesis científicas son construcciones matemáticas que predicen resultados más o menos adecuados a lo percibido, no obstante careciendo de una aprehensión de la esencia de tales cosas. Por otro lado, Berkeley rechazó los conceptos absolutos en la física, presintiendo una visión relativista de la realidad que llegaría más recientemente con Ernst Mach.
Refiriéndose a la filosofía de Berkeley, Samuel Johnson le propinó una patada a una roca exclamando Lo refuto así. Un empirista podría replicar que la única cosa que Johnson conoció de la piedra fue lo que vio con sus ojos, oyó con sus oídos y sintió con su pie. Así que la existencia de la piedra consistía únicamente en las percepciones de Johnson. Podría ser que Johnson hubiera pateado en realidad un tocón inusualmente gris, o puede que le diera un ataque súbito de artritis justo cuando iba a darle una patada a un trozo de hierba con una roca pintada. Lo que la piedra realmente era, aparte de las sensaciones que pudo experimentar o las representaciones mentales que se hiciera, le sería, de esta forma, completamente desconocido. La roca existiría, en última instancia, como una idea de su mente.

El Tratado de Berkeley se publicó tres años antes de la aparición del Clavis Universalis de Arthur Collier, que desarrollaba ideas semejantes. Sin embargo, al parecer ninguno de los dos influyó al otro.

El filósofo alemán Arthur Schopenhauer escribió una vez: "Berkeley fue, por tanto, el primero en tratar el punto de partida subjetivo realmente en serio y en demostrar irrefutablemente su absoluta necesidad. Es el padre del idealismo...."'

RACIONALISTA: RENE DESCARTES


Descartes nace el 31 de marzo de 1596 en La Haye en Touraine - actual Descartes - después de abandonar su madre la ciudad de Rennes, dónde se había declarado una epidemia de peste. Era el tercero de los descendientes del matrimonio entre Joachim Descartes, parlamentario de Rennes, y Jeanne Brochard, por lo que, por vía materna, era nieto del alcalde de Nantes. Después de la muerte de su madre —el 13 de mayo de 1597, trece meses después del nacimiento de René y pocos días después del nacimiento de un niño que no sobrevivirá— será cuidado por su abuela, su padre y su nodriza. Su padre comenzará a llamarle su «pequeño filósofo» porque el pequeño René se pasaba el día planteando preguntas.

Con once años entra en el Collège Henri IV de La Flèche, un centro de enseñanza jesuita en el que impartía clase el Padre François Fournet —doctor en filosofía por la Universidad de Douai — y el Padre Jean François —que le enseñará matemáticas durante un año— en el que permanecerá hasta 1614. Estaba eximido de acudir a clase por la mañana debido a su débil salud y era muy valorado por los educadores a causa de sus precoces dotes intelectuales. Aprendió física y filosofía escolástica, y mostró un notable interés por las matemáticas; no obstante, no cesará de repetir en su Discurso del método que en su opinión este sistema educativo no era bueno para un adecuado desarrollo de la razón. De este periodo no conservamos más que una carta de dudosa autenticidad —puede ser de uno de sus hermanos— que en teoría Descartes escribió a su abuela.

En septiembre de 1649, la Reina Cristina de Suecia llamó a Descartes a Estocolmo. Allí murió de una neumonía el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad. Actualmente se pone en duda si la causa de su muerte fue la neumonía. En 1980, el historiador y médico alemán Eike Pies halló en la Universidad de Leiden una carta secreta del médico de la corte que atendió a Descartes, el holandés Johan Van Wullen, en la que describía al detalle su agonía. Curiosamente, los síntomas presentados —náuseas, vómitos, escalofríos— no eran propios de una neumonía. Tras consultar a varios patólogos, Pies concluyó en su libro El homicidio de Descartes, documentos, indicios, pruebas, que la muerte se debía a envenenamiento por arsénico. La carta secreta fue enviada a un antepasado del escritor, el holandés Willem Pies.

En el año de 1676 se exhumaron los restos de Descartes; colocados en un ataúd de cobre se trasladaron a París para ser sepultados en la iglesia de Sainte-Geneviève-du-Mont. Movidos nuevamente durante el transcurso de la Revolución francesa, los restos fueron colocados en el Panthéon, la basílica dedicada a los grandes hombres de la nación francesa. Nuevamente, en 1819, los restos de René Descartes cambiaron de sitio de reposo y fueron llevados esta vez a la Iglesia de Saint-Germain-des-Prés, donde se encuentran en la actualidad.

En 1935, se llamó en su honor a «Descartes», un cráter lunar.


OBRAS


Las primeras obras

Aunque se conservan algunos apuntes de su juventud, su primera obra fue Reglas para la dirección del espíritu creada en 1628 y publicada en 1701.(póstuma). Luego escribió La luz o Tratado del mundo y El hombre, que retiró de la imprenta al enterarse de la condena de la Inquisición a Galileo en 1633, y que más tarde se publicaron a instancias de Gottfried Leibniz. En 1637 publicó el Discurso del método para dirigir bien la razón y hallar la verdad en las ciencias, seguido de tres ensayos científicos: Dióptrica, La Geometría y Los meteoros. Con estas obras, escritas en francés, Descartes acaba por presentarse ante el mundo erudito, aunque inicialmente intentó conservar el anonimato.

En 1641 publicó las Meditaciones metafísicas, acompañadas de un conjunto de Objeciones y respuestas que amplió y volvió a publicar en 1642. Hacia 1642 puede fecharse también un diálogo, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural (póstumo).

En 1644 aparecen los Principios de filosofía, que Descartes idealmente habría destinado a la enseñanza. En 1648 Descartes le concede una entrevista a Frans Burman, un joven estudiante de teología, quien le hace interesantes preguntas sobre sus textos filosóficos. Burman registra detalladamente las respuestas de Descartes, y éstas usualmente se consideran genuinas. En 1649 publica un último tratado, Las pasiones del alma, sin embargo aún pudo diseñar para Cristina de Suecia el reglamento de una sociedad científica, cuyo único artículo es que el turno de la palabra corresponda rotativamente a cada uno de los miembros, en un orden arbitrario y fijo.

De Descartes también se conserva una copiosa correspondencia, que en gran parte canalizaba a través de su amigo Mersenne, así como algunos esbozos y opúsculos que dejó inéditos. La edición de referencia de sus obras es la que prepararon Charles Adam y Paul Tannery a fines del siglo XIX e inicios del XX, y a la que los comentaristas usualmente se refieren como AT, por las iniciales de los apellidos de estos investigadores.

Filosofía

Los principiantes deberían abordar la filosofía cartesiana a través de las antes referidas Meditaciones metafísicas o bien a través de su obra derivada, que es el famoso Discurso del método, que en sus primeras partes es ejemplarmente ameno y fluido, además de tratar temas fundamentales y darnos una buena idea del proyecto filosófico general del autor. Descartes explica ante todo, qué lo ha llevado a desarrollar una investigación independiente. Es que aunque él atribuye al conocimiento un enorme valor práctico (lo cree indispensable para conducirse en la vida, pues «basta pensar bien para actuar bien»), su paso por la escuela lo ha dejado frustrado.

Por ejemplo, comenta que la lectura de los buenos textos antiguos ayuda a formar el espíritu, aunque sólo a condición de leerse con prudencia (característica de un espíritu ya bien formado); reconoce el papel de las matemáticas, a través de sus aplicaciones mecánicas, para disminuir el trabajo de los hombres, y declara su admiración por su exactitud, aunque le parece que sobre ellas no se ha montado un saber lo suficientemente elevado; dice que los libros de los moralistas paganos «contienen muchas enseñanzas y exhortaciones a la virtud que son muy útiles», aunque en realidad no nos ayudan mucho a identificar cuál es la verdadera virtud, pues los casos concretos que citan parecen ejemplos de "parricidio y orgullo"; añade «que la filosofía da medios para hablar con verosimilitud de todas las cosas y hacerse admirar de los menos sabios; que la jurisprudencia y la medicina dan honores y riquezas a los que las cultivan» aunque claro, aquí se echa de menos toda mención de algún interés por la verdad, la salud o la justicia. Pero el colmo es que la filosofía, de donde las demás ciencias habrían de tomar sus fundamentos, es un desastre: no parece haber aquí «cosa alguna en la que estén de acuerdo los sabios». Su paso por la escuela, pues, ha servido para descubrirle su profunda ignorancia, y de ahí que sea indispensable la investigación.

El padre de la filosofía moderna

Al menos desde que Hegel escribió sus Lecciones de historia de la filosofía, en general se considera a Descartes como el padre de la filosofía moderna (independientemente de sus aportes a las matemáticas y la física). Este juicio se justifica, principalmente, por su decisión de rechazar las verdades recibidas, p. ej., de la escolástica, combatiendo activamente los prejuicios. Y también, por haber centrado su estudio en el propio problema del conocimiento, como un rodeo necesario para llegar a ver claro en otros temas de mayor importancia intrínseca (la moral, la medicina y la mecánica). En esta prioridad que concede a los problemas epistemológicos, lo seguirán todos sus principales sucesores. Por otro lado, los principales filósofos que lo sucedieron estudiaron con profundo interés sus teorías, sea para desarrollar sus resultados o para objetarlo. Este es el caso de Pascal, Spinoza, Leibniz, Malebranche, Locke, Hume y Kant, cuando menos. Sin embargo, esta manera de juzgarlo no debe impedirnos valorar el conocimiento y los estrechos vínculos que este autor mantiene con los filósofos clásicos, principalmente con Platón y Aristóteles, pero también Sexto Empírico y Cicerón.12 Descartes aspira a «establecer algo firme y durable en las ciencias». Con ese objeto, según la parte tercera del Discurso, por un lado él cree que en general conviene proponerse metas realistas y actuar resueltamente, pero prevé que en lo cotidiano, así sea provisionalmente, tendrá que adaptarse a su entorno, sin lo cual su vida se llenará de conflictos que lo privarán de las condiciones mínimas para investigar. Por otra parte, compara su situación a la de un caminante extraviado, y así concluye que en la investigación, libremente elegida, le conviene seguir un rumbo determinado. Esto implica atenerse a una regla relativamente fija (un método), sin abandonarla «por razones débiles»...

DOGMATISMO: PLATÓN


Platón (ca. 428 a. C./427 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y aristocrática. Platón (junto a Aristóteles) es quién determinó gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de "Verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia). Demostró (o creó, según la perspectiva desde donde se le analice) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas, pero enfrentadas a la línea de gran parte de los filósofos presocráticos y al de los sofistas (muy populares en la antigua Grecia) y que debido a los caminos que tomó la historia de la Metafísica, en diversas versiones y reelaboraciones, se han consolidado. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Alfred North Whitehead llegó a comentar:

La caracterización general más segura de la tradición filosófica europea es que consiste en una serie de notas al pie a Platón.

ENTRE SUS OBRAS MAS IMPORTANTES SE CUENTAN: la República

La obra de Platón está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas:
Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud: Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología, Ion, Critón, Protágoras, Laques, Trasímaco, Lisis, Cármides y Eutifrón.

Época de transición: Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor, Crátilo, Hipias Mayor y Menexeno.

Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la reminiscencia. Igualmente se trata de distintos mitos. Destacan: Banquete - también conocido como Simposio, Fedón, República y Fedro.

Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo, Critias, Leyes y Epínomis.

CRITICISMO: IMMAMUEL KANT


Immanuel Kant (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo alemán de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.
Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía moderna. En ella se investiga la estructura misma de la razón. Así mismo se propone que la metafísica tradicional puede ser reinterpretada a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos al entender la fuente y los límites del conocimiento. Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética; la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La metafísica de las costumbres que indaga en la filosofía del Derecho y del Estado.
Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la religión y la historia, inclusive creía haber logrado un compromiso entre el empirismo y el racionalismo. Planteando la primera que todo se adquiere a través de la experiencia mientras que la segunda mantiene que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serán completamente subjetivos sin haber sido primero subsumidos a la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevará inevitablemente a ilusiones teóricas.
El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, llevando la filosofía más allá del debate entre el empirismo y el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos expandiendo y complementando el sistema kantiano de manera que justificaban el idealismo alemán. Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la filosofía analítica y continental.

Pensamiento


Todo aquel que se ocupe de filosofía moderna no puede dejar de lado a Kant; tal vez haya que decir lo mismo de todo aquel que se ocupe de filosofía. Su obra es típicamente alemana, muy elaborada y un tanto nebulosa. Encerrado en su gabinete, donde pasó su larga vida de casi 80 años, cuidaba poco el filósofo del mundo banal, aun cuando lo frecuentaba con placer.
Encasillado en su subjetividad, a la manera de Descartes, da a sus teorías una dirección muy distinta a la del filósofo francés. Descartes se adentra en su yo, pero ha de encontrar el camino para elevarse a Dios, y a un tiempo, para dar «certidumbre╗ al mundo físico o de la res extensa. Kant, encerrado en un mundo fenoménico, ha de descalificar la posibilidad de contactar a las cosas en sí mismas. Sean las del mundo, la de Dios, la del alma.
La filosofía de Kant no niega la existencia de Dios, ni un orden moral, ni la realidad pensable de un mundo físico. Lo que niega —salvo en lo moral— es que la razón humana pueda trascender y llegar a esos entes en sí mismos: sean el «mundo», «Dios» o el «alma». Además Kant constituyó la idea de que el mundo, el sol y todos los planetas son complementarios unos con otros.
Kant parte de la conciencia, de las representaciones fenoménicas del yo. Sean provenientes del mundo externo o interno. Y se aboca, desde un principio, a la estética trascendental.
Kant entiende por sensación el efecto de un objeto sobre la facultad representativa, en cuanto somos afectados por él. Se entiende que se prescinde por completo de la naturaleza del objeto afectante y que solamente se presta atención al efecto que se produce en nosotros, en lo puramente subjetivo.
La intuición empírica es una percepción cualquiera que refleja a un objeto, y así el conocimiento es considerado como un medio. La intuición empírica es la que se refiere a un objeto, pero por medio de la sensación. El fenómeno es el objeto indeterminado de la intuición empírica. El árbol puede afectarnos y de él tenemos una representación fenoménica. Nada podemos saber del árbol en sí. La realidad de la cosa, en ella misma, es un noúmeno no alcanzable.


Obras

Del período precrítico

Pensamientos sobre la verdadera estimación de las fuerzas vivas (Gedanken von der wahren Schätzung der lebendigen Kräfte) (1747).
Historia general de la naturaleza y teoría del cielo (Allgemeine Naturgeschichte und Theorie des Himmels) (1755). En español: trad. de J.E. Llunqt; Juárez Editor. Buenos Aires, 1969 (sin ISBN).
Nueva dilucidación de los primeros principios del conocimiento metafísico (Principiorum primorum cognitionis metaphysicae nova dilucidatio) (1755). En Disertaciones latinas de Kant. Traducción de Juan David García Bacca. Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1974.
Nuevo concepto del movimiento y el reposo (Neuer Lehrbegriff der Bewegung und Ruhe und der damit verknüpften Volgerungen in den ersten Grunden der Naturwissenschaft) (1758).
La falsa sutileza de las cuatro figuras del silogismo (Die falsche Spitzfindigkeit der vier syllogistischen Figuren erwiesen) (1762).
Ensayo para introducir el concepto de magnitudes negativas en la filosofía (Versuch, den Begriff der negativen Größen in der Weltweisheit einzuführen) (1763).
El único fundamento posible de una demostración de la existencia de Dios (Der einzig mögliche Beweisgrund zu einer Demonstration des Daseins Gottes) (1763). En español: trad. de J.M. Quintanas; Barcelona, PPU, 1989 (ISBN 84-7665-474-X).
Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime (Beobachtungen über das Gefühl des Schönen und Erhabenen) (1764). Trad.: Alianza Editorial, Madrid, 2008. (ISBN 978-84-206-6196-4)
Sobre la nitidez de los principios de la teología natural y de la moral (Untersuchung über die Deutlichkeit der Grundsätze der natürlichen Theologie und Moral) (1764).
Los sueños de un visionario explicados por los sueños de la metafísica (Träume eines Geistersehers erläutert durch Träume der Metaphysik) (1766). Traducción: Alianza, Madrid, 1987. (ISBN 84-206-0271-X)
Sobre el fundamento primero de la diferencia entre las regiones del espacio (Von dem ersten Grunde des Unterschiedes der Gegenden im Raume) (1766).
Disertación inaugural (De mundi sensibilis atque intelligibilis forma et principiis) (1770). CSIC, Madrid, 1961.
Aufsätze, das Philantropin betreffend (1776–1777), en Pedagogía, Akal, Madrid, 1983.
[editar]Del período crítico
Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft). (1781, 2ª edic. 1787).
Prolegómenos a toda metafísica futura que pueda presentarse como ciencia, (Prolegomena zu einer jeden künftigen Metaphysik, die als Wissenschaft wird auftreten können) (1783).
Respuesta a la pregunta: ¿qué es ilustración? (Beantwortung der Frage: Was ist Aufklärung?) (1784).
Idea para una historia universal en sentido cosmopolita (Idee zu einer allgemeinen Geschichte in weltbürgerlicher Absicht) (1784).
Fundamentación de la metafísica de las costumbres, (Grundlegung zur Metaphysik der Sitten) (1785). Trad. de Manuel García Morente: Madrid, Espasa-Calpe, 1994 (ISBN 84-239-1940-4).
Recensiones de las «Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad» de Herder (Recensionen von J. G. Herders «Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit») (1785).
Principios metafísicos de la ciencia de la naturaleza (Metaphysische Anfangsgründe der Naturwissenschaft) (1786). Trad. de C. Másmela, Alianza. Madrid, 1989 (ISBN 84-206-0394-5).
Probable inicio de la historia humana (Muthmaßlicher Anfang der Menschengeschichte) (1786).
¿Qué significa orientarse en el pensamiento? (Was heisst: sich im Denken orientieren?) (1786). Trad. de C. Correas, Buenos Aires, Leviatán, 1982 (ISBN 950-01-6349-7).
Segunda edición de la Crítica de la razón pura (1787), con numerosas modificaciones.
Sobre el uso de los principios teleológicos en la filosofía (Über den Gebrauch teleologischer Principien in der Philosophie) (1788).
Crítica de la razón práctica (Kritik der praktischen Vernunft) (1788). Trad. de E. Miñana y Manuel García Morente, Madrid, Espasa-Calpe, 1981 (2ª edic.) (ISBN 84-239-1589-1). Trad. de Roberto R. Aramayo, Madrid, Alianza, 2000 (ISBN 84-206-3543-X).
Crítica del juicio (Kritik der Urteilskraft) (1790). Trad. de Manuel García Morente, Madrid, Espasa-Calpe, 1999 (8ª edic.) (ISBN 84-239-1967-6).
Primera introducción a la Crítica del juicio (Erste Einleitung in der Kritik der Urteilskraft) (escrito póstumo, redactado en 1790). Traducciones: Univ. de Buenos Aires, 1948; Buenos Aires, Juárez, 1969; Madrid, Balsa de la Medusa–Visor Distr., 1987.
Sobre un descubrimiento según el cual toda nueva crítica de la razón pura resulta superflua frente a otra anterior (también conocida como Nueva crítica o Respuesta a Eberhard) (Über eine Entdeckung nach der alle neue Kritik der reinen Vernunft durch eine ältere entbehrlich gemacht werden soll) (1790). Trad.: Buenos Aires, Aguilar, 1968, 1973 (5ª ed.).
Sobre el fracaso de todos los ensayos filosóficos de Teodicea (Über das Misslingen aller philosophischen Versuche in der Theodizee) (1791).
¿Cuáles son los progresos reales que la metafísica ha realizado en Alemania desde los tiempos de Leibniz y Wolff? (Welche sind die wirklichen Fortschritte, die Metaphysik seit Leibnizens und Wolffs Zeiten in Deutschland gemacht hat?) (texto póstumo fragmentario, escrito hacia 1791–1795; publicado por Rink en 1804). Trad. esp. con el título Los progresos de la metafísica desde Leibniz y Wolff, Madrid, Tecnos, 1987 (edic. de F. Duque) (ISBN 83-309-1403-X).
La religión dentro de los límites de la mera razón (Die Religion innerhalb der Grenzen der blossen Vernunft) (1793). Trad. de F. Martínez Marzoa, Madrid, Alianza, 1986 (ISBN 84-206-1163-8).
Sobre el dicho: Esto puede ser correcto en la teoría, pero no vale para la práctica (Über den Gemeinspruch: Das mag in der Theorie richtig sein, taugt aber nicht für die Praxis) (1793).
El fin de todas las cosas (Das Ende aller Dinge) (1794).
La paz perpetua (Zum ewigen Frieden, ein philosophischer Entwurf) (1795).
Metafísica de las costumbres (Metaphysik der Sitten) (1797). Trad. esp. La metafísica de las costumbres. Madrid, Tecnos, 1989, 1994 {ISBN 84-309-1686-5}. Traducción parcial (de la Rechtslehre solamente): Principios metafísicos de la doctrina del derecho. México, Universidad Nacional Autónoma de México, Colección Nuestros Clásicos. 1977.
Revisión de la pregunta: si el género humano progresa continuamente hacia lo mejor (Erneuerte Frage: Ob das menschliche Geschlecht im beständigen Fortschreiten zum Besseren sei) (1797).
El conflicto de las facultades (Der Streit der Fakultäten), (1798). Trad. esp. de R. R. Aramayo (como La contienda entre las facultades de filosofía y teología): Madrid, Trotta, 1999 (ISBN 84-8164-323-8).
El poder de las facultades afectivas (1798).
Antropología en sentido pragmático (Anthropologie in pragmatischer Hinsicht) (1798). Trad. de José Gaos. Revista de Occidente, Madrid, 1935; reed.: Madrid, Alianza, 1991 (ISBN 84-206-0526-3).
Lógica (Logik. Ein Handbuch zu Vorlesungen) (1800, publicada por Jäsche). Trad.: Madrid, Akal, 2000 (ISBN 84-460-1112-3).
Geografía física (Immanuel Kants physische Geographie. Auf Verlangen des Verfassers aus seiner Handschrift herausgegeben und zum Theil bearbeitet von D. Friedrich Theodor Rink) (1802).
Pedagogía (Pädagogik. Herausgegeben von D. Friedrich Theodor Rink) (1803). Trad. de L. Luzuriaga y J.L. Pascual, Madrid, Akal, 1983.
Transición desde los primeros fundamentos metafísicos de la ciencia natural a la Física (Vom Übergange von den metaphysischen Anfangsgründen der Naturwissenschaft zur Physik) (1888, edición de Krause). Obra fragmentaria inconclusa que forma parte del Opus postumum.
Opus postumum (colección de obras inconclusas) (1920). Trad.: Barcelona, Anthropos, 1991, edic. de F. Duque (ISBN 84-7658-269-2).
Antropología Práctica (manuscrito inédito de 1785). Editorial Tecnos, Madrid, 1990.
Colecciones y otras ediciones
Filosofía de la Historia (compilación de varios escritos kantianos). Fondo de cultura Económica, México, 1941. 4ª reimpresión en 1992. Incluye: Qué es Ilustración, Idea de una historia en sentido cosmopolita, Comienzo presunto de la Historia, El fin de todas las cosas, Si el género humano se halla en progreso constante.
Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y otros escritos sobre Filosofía de la Historia. Madrid, Tecnos, 1987 (ISBN 84-309-1415-3). Incluye Ideas para una Historia universal en clave cosmopolita (sic, el título original es en singular), Recensiones sobre la obra de Herder «Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad», Probable inicio de la Historia humana, Replanteamiento sobre la cuestión de si el género humano se halla en continuo progreso hacia lo mejor.
Opúsculos de filosofía natural. Madrid, Alianza, 1992; edic. de Atilano Domínguez (ISBN 84-206-0584-0). Incluye: Breve bosquejo de unas meditaciones sobre el fuego (1755), Uso de la metafísica unida con la geometría en la filosofía natural, cuyo primer bosquejo contiene la monadología física (1756), Nueva doctrina del movimiento y del reposo y de las consecuencias con ello ligadas en los primeros principios de la ciencia de la naturaleza (1758), Ensayo para introducir las magnitudes negativasen la filosofía (1763), Sobre el primer fundamento de la distinción de las regiones dentro del espacio (1768).
Obra Completa. Madrid, Editorial Gredos, Biblioteca de Grandes Pensadores:
Volumen I {2010, ISBN 978-84-249-0427-2}
Volumen II {2010, ISBN 978-84-249-0880-5}

PRAGMATISMO: GUILLERMO JAMES


Filósofo norteamericano, acuñador del término pragmatismo. La filosofía de James se basa no tanto en negar la filosofía de James se basa no tanto en negar la posibilidad del conocimiento verdadero, sino en analizar lo que tiene de útil para la vida humana. En la esfera humana existe un sedimento de conocimientos que ha ido sobreviviendo a los siglos, y es el a priori con el que contaría el hombre y que analizaría el pragmatismo. Por otro lado, la noción de útil es ambigua, pues no precisa los contenidos ni los sujetos desde los que se predica la utilidad: una neurosis puede ser muy útil para quien la sufre, pero desde luego inútil y cruel para los familiares del enfermo, como señaló Segismundo Freud.

SUBJETIVISMO: PROTÁGORAS


Protágoras de Abdera(Abdera 485 a. C.-411 a. C. aproximadamente), sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia. Platón le acredita como el inventor del papel del sofista profesional o profesor de "virtud" (entendida no como "bondad" sino como conocimiento y habilidad para tener éxito mundano).
Protágoras fue un pensador viajero, celebrado y necesitado allí donde fuera. Vivió durante largas temporadas en Atenas, donde fue conocido de Sócrates y amigo de Pericles, quien le encargó la constitución para la nueva colonia de Turios, que redactó hacia 444 o 443 a. C. y en donde por primera vez en la historia, se estableció la educación pública y obligatoria. También viajó a Sicilia y a otras ciudades de Asia Menor en funciones de maestro de retórica y conducta, recibiendo a cambio cantidades notables de dinero, como el resto de sofistas. El magisterio que llegó a ejercer en el área de influencia griega se extendió en el tiempo durante cuarenta años, según nos cuenta Platón.
Platón le dedicó uno de sus diálogos, el Protágoras, que aún hoy puede leerse como un cuadro vivo, animado y colorido, aunque con escaso rigor histórico, sobre los distintos tipos de sofistas que habitaban en la mansión de Calias –rico ateniense, una especie de mecenas, rodeado de intereses comerciales, políticos, artísticos y militares-. Junto a Gorgias, fueron los únicos sofistas en ser considerados en calidad de filósofos por Platón y Aristóteles. Sócrates guardaba gran estima de ellos por sus cualidades retóricas y la profundidad de sus predicados, a pesar del uso que podían hacer de ellos.

Pensamiento

El hombre como medida de todas las cosas
El principio filosófico más famoso de Protágoras alude al estatus del hombre enfrentado al mundo que lo rodea. Habitualmente se designa con la expresión Homo mensura («El hombre es la medida»), fórmula abreviada de la frase Homo omnium rerum mensura est («El hombre es la medida de todas las cosas»), que traduce al latín la sentencia original en griego. Esta última, según Diógenes Laercio, habría sido la siguiente:
πάντων χρημάτων μέτρον ἔστὶν ἄνθρωπος, τῶν δὲ μὲν οντῶν ὡς ἔστιν, τῶν δὲ οὐκ ὄντων ὠς οὐκ ἔστιν‭37
La traducción habitual al castellano nos dice
«El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, de las que no son en cuanto que no son.»
La frase figuraba, según refiere Sexto Empírico, en la obra perdida de Protágoras Los discursos demoledores, y ha llegado hasta nosotros a través de la transcripción de varios autores antiguos. Aparte de Diógenes Laercio, es citada por Platón, Aristóteles, Sexto Empírico y Hermias.

Obras

No nos ha llegado ninguna obra completa escrita por Protágoras, pero se conservan valiosos fragmentos en los diálogos de Platón (Protágoras Crátilo,Gorgias y Teeteto) y en textos de otros autores como Aristóteles, Sexto Empírico y Diógenes Laercio. Éste último, en su Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, nos ofrece una enumeración de las obras del sofista:

«Los libros que se conservan de él son los siguientes: El arte de la erística, Sobre la lucha, Sobre las matemáticas, Sobre el Estado, Sobre la ambición, Sobre las virtudes, Sobre el estado de las cosas en el principio, Sobre el Hades, Sobre las malas acciones de los hombres, El discurso preceptivo, La disputa sobre los honorarios, dos libros de Antilogías. Éstos son sus libros.»

ESCEPTICISMO: PIRRON DE ELIS


(Elis, actual Grecia, h. 360 a.C.-id., h. 270 a.C.) Filósofo griego. Acompañó a Alejandro Magno a la India y, al regresar, fue nombrado por sus conciudadanos gran sacerdote de Elis. Procedente de una familia humilde, se especula con la posibilidad de que adquiriera sus conocimientos merced a sus numerosos viajes de juventud. Pirrón fundó una escuela en la que transmitió sus teorías oralmente, y que fue el origen del llamado pirronismo. Se le atribuyen los diez tópicos o motivos de duda del escepticismo antiguo. Pirrón consideraba que la filosofía debía conducir a la ataraxia, es decir, la impasibilidad, indiferencia o abstención, como ideal ético. El escéptico se muestra extraño a toda verdad dado que es imposible alcanzar una certeza absoluta, y además ésta se basa a menudo en falacias y meros actos de fe. Sus enseñanzas fueron transmitidas por su discípulo Timón.

RELATIVISMO: OSWALD SPENGLER


Hijo de Bernhard Spengler y de Pauline Grantzow, fue el menor de cinco hermanos y pasó una infancia marcada por las cefaleas y las crisis de ansiedad. En 1891, la familia dejó Blankenburg para instalarse en Halle, donde Spengler frecuentó las clases de latín de la Fundación Francke. Como consideraba la educación normal como anquilosante, procuró formarse como un autodidacta y se examinó de bachillerato en 1899. Descartado del servicio militar por insuficiencia cardiaca, estudió matemáticas, ciencias naturales y filosofía en las universidades de Halle, Múnich y Berlín. Se doctoró en filosofía con la tesis Fundamentos metafísicos de la filosofía de Heráclito (Die metaphysische Grundgedanke der Heraklitischen Philosophie) bajo la dirección de Alois Riegl en Halle el 6 de abril de 1904. Ese mismo año empezó a trabajar como profesor de ciencias en un instituto por concurso. En su disertación para este puesto El desarrollo de los órganos de la vista entre las principales especies animales (Die Entwicklung des Sehorgans bei den Hauptstufen des Tierreiches), anuncia una constante de su pensamiento Plantilla:Completar, expresa en sus obras El hombre y la técnica (Der Mensch und die Technik, 1931) y en sus Cuestiones sobre los orígenes (Urfragen) póstumas. Fundamentalmente, su imaginario está marcado, al margen de por el pietismo de la Fundación Francke y de su formación científica, por el Darwinismo de Ernst Haeckel, el Ficcionalismo de Hans Vaihinger (Filosofía del "como si..."), y, sobre todo, por la crítica de la cultura ejercida por Friedrich Nietzsche, reducida a las claves «decadencia» y «voluntad de poder» (por no mencionar su veneración por la obra de Goethe, que colocará durante toda su vida en la cumbre de la cultura occidental).

Tras un año de seminario profesional, ejerció como profesor interino antes de obtener en 1908 una plaza de profesor titular en Hamburgo. Pero la enseñanza no le convencía: «La simple visión de los muros del instituto provocaba en mí una depresión nerviosa». Una pequeña herencia a la muerte de su madre permitió a Spengler retirarse de la enseñanza y establecerse a partir de 1911 en Múnich como escritor a tiempo completo. Allí colaboró en diversos periódicos mientras trabajaba en la redacción del ensayo La decadencia de Occidente. Bosquejo de una morfología de la historia universal, por el que es generalmente recordado. Apareció en dos volúmenes, (1918 y 1922) y le valió una celebridad inmediata desencadenando debates y polémicas sin fin tanto en medios científicos como literarios. Entre las fuentes de inspiración de este libro el propio autor menciona la crisis de Agadir (primero de julio de 1911), en el curso del cual la cañonera Pantera fue enviada por el estado mayor alemán al puerto de Agadir en Marruecos; las bravuconadas de los militares se saldaron al final con un fiasco diplomático para Alemania. Spengler vio en este hecho la señal de que el mundo marchaba hacia una guerra mundial y una señal de crisis para Alemania. La filosofía política de Spengler está enteramente poseída por la idea de que Occidente se encuentra abocado a una lucha sin piedad por el dominio del mundo. Entre 1914 y 1917, Spengler escribió dos cartas abiertas no fechadas de las que no quedan sino fragmentos. Una a Guillermo II, otra a la nobleza alemana. Al emperador Guillermo II le aboga por una reconciliación entre conservadores y socialistas, entre los cuales él puede "serrar el istmo" para mayor beneficio del «Imperium Germanicum»: en esto se muestra favorable al régimen parlamentario. En cuanto a la nobleza, la invita a seleccionar a sus mejores naturalezas para la educación y la disciplina.

Con la caída de Alemania en 1918, Spengler se vuelve en un adversario declarado de la Democracia y expone estas convicciones en sus manifiestos Prusianidad y socialismo (1919) o La regeneración del Imperio Alemán (1924). Spengler llama a la dictadura que ponga fin a la República de Weimar y que afronte con éxito los grandes problemas de la política interior y exterior, en especial en la era de la guerra de aniquilación. (cf. Decadencia de Occidente, III, tabla «correspondencias de épocas políticas»). Sus ideas tuvieron gran influencia en el Movimiento Revolucionario Conservador de Alemania. Desde este punto de vista, Hitler no le parece reunir las cualidades requeridas: la actitud de Spengler hacia los nazis fluctuará largamente, antes de que rechace todo acuerdo con la República de Weimar. Cuenta entre sus amigos con los industriales Paul Reusch y Albert Vögler, que le ayudan financieramente. así como el poeta Adolf Weigel (que usaba el pseudónimo de Droem Ernst), con el que visitó Praga.

En los años veinte dirigió los Archivos Nietzsche e intentó entrar en política: en 1922, con el empresario periodístico Nikolaus Cossmann, el universitario nacionalista Martin Spahn y el industrial Albert Vögler ya mencionado, intentó mantener un cartel nacionalista, pero la empresa se vino abajo por falta de subsidios.

El 14 de junio de 1933 Spengler fue propuesto para ocupar una plaza en la Universidad de Leipzig, pero lo rehusó como ya había rehusado el que le ofrecieron en la de Gotinga en 1919. Se reencontró con Adolfo Hitler en Beirut el 25 de julio siguiente. En su Años decisivos, aparecido en Alemania el 18 de agosto de 1933, Spengler toma distancia clara con el canciller del Reich y el Nacional-socialismo elogiando sin embargo el Fascismo a la manera de Benito Mussolini. En el Historicismo de Spengler, el Duce es parangón del cesarismo, el prototipo del César que se levantará del Occidente en ruinas para reinar en la Era de la civilización avanzada por analogía a los césares de la Antigüedad. No obstante su admiracion inicial, la actitud delirante de Mussolini termino exasperando a Spengler.1 El libro fue sin embargo autorizado por la censura del III Reich, no sin una breve campaña de prensa en contra orquestada por Joseph Goebbels, quien buscaba sobre todo reconciliarse con Spengler. Sólo cuando este se negó a escribir algo sobre la salida de Alemania de la Sociedad de Naciones el 26 de octubre de 1933 se le censuró por completo. Los ideólogos conservadores que apoyaron a los fascistas contra la República de Weimar detentaban una ideología que ellos no podían asumir. La ruptura definitiva de Spengler con los nazis vino a consecuencia del golpe interno contra la SA que sirvió de pretexto a Hitler para eliminar físicamente a Ernst Röhm en la Noche de los cuchillos largos el 30 de junio de 1934. Gregor Strasser, uno de los amigos políticos de Spengler, fue una de las víctimas, pero fue el asesinato del crítico musical Willi Schmid, confundido por las SS con el oficial SA Wilhelm Schmidt, lo que soliviantó más a Spengler, quien compuso su elogio fúnebre (poema «A la memoria de Willi Schmid», publicado en 1935 en la antología Reden und Aufsätze), una señal de coraje y audacia en esas circunstancias.

En sus últimos años Spengler se consagró al inventario de las cuestiones científicas en las cuales las grandes civilizaciones se enfrentaron como partes integrantes de una historia universal. Paralelamente escribió bajo el acrónimo «DiG» (Deutschland in Gefahr, «Alemania en peligro»), notas para el segundo tomo de los Años decisivos, en los cuales terminó de rendir cuentas contra el nacional-socialismo y el bolchevismo, doctrina que había designado ya como el más grande de todos los fraudes políticos. Reafirmó sin embargo su admiración por Musssolini. En octubre de 1935 se retiró de sus funciones de administrador del Archivo Nietzsche para denunciar la nueva interpretación de la obra del filósofo por la propaganda nazi. Murió en la noche del 7 al 8 de mayo de 1936 de ataque cardiaco en su apartamento muniqués. Su muerte prematura dio crédito a la hipótesis de una asesinato político. Está sepultado en el Cementerio Norte de Múnich (sección 125, lote número 2).


Pensamiento

En su ensayo La decadencia de Occidente (1er volumen 1918 y 2º volumen 1923) alega que el desarrollo de las civilizaciones sigue un modelo cíclico reconocible según tres tipos de sociedad que se irían sucediendo en el tiempo hasta llegar a una cuarta final de decadencia: la Apolínea o Clásica; la Mágica, propia del mundo islámico, la Fáustica u Occidental, y la de Decadencia. Cada una de estas sociedades tendría un nacimiento, una madurez y una vejez que podía implicar su desaparición.

Spengler, gran experto en la filosofía de Heráclito, basa su idea del isomorfismo en los estudios naturalistas de Goethe. A partir de ellos concibe un orden natural intrínseco a cualquier sistema dado, orden que debe cumplir obligatoriamente a lo largo de su desarrollo y manifestación. Como este orden o forma es generalizable a todos los niveles de la realidad, la cumplen desde las plantas en su crecimiento hasta las civilizaciones, pasando por el Cosmos mismo. Es así como acuña el concepto de "isomorfismo" aplicado al ámbito de la realidad social y la Historia.

Como conclusión a su estudio de Heráclito, Spengler sostiene que la vida humana y la historia de la humanidad son una lucha constante entre la estabilidad y la movilidad, entre estados y procesos.

Spengler, pese a lo poco citado que resulta en los círculos académicos, es una influencia constante en el siglo XX. Entre otros, determinó los escritos de Georg Henrik von Wright sobre nuestra sociedad. También fue influencia nodal en Francis Parker Yockey, quien escribió Imperium a modo de secuela de La decadencia de Occidente. Yockey llamó a Spengler "El filósofo del siglo XX".


Obras

•Der metaphysische Grundgedanke der heraklitischen Philosophie, 1904.

•Prusianidad y Socialismo (Preußentum und Sozialismus), Múnich, 1919.

•La decadencia de occidente (Der Untergang des Abendlandes. Umrisse einer Morphologie der Weltgeschichte en alemán. 1er volumen Viena, 1918; 2.º volumen Múnich, 1922).

•Neubau des Deutschen Reiches, Múnich, 1924

•Politische Pflichten der deutschen Jugend. Rede gehalten am 26. Februar 1924 vor dem Hochschulring deutscher Art in Innsbruck, Múnich, 1924.

•El hombre y la técnica. Contribución a una filosofía de la vida (Der Mensch und die Technik. Beitrag zu einer Philosophie des Lebens, Múnich, 1931)

•Escritos políticos (Politische Schriften), Múnich, 1932.

•Los años decisivos, (Jahre der Entscheidung. Erster Teil. Deutschland und die weltgeschichtliche Entwicklung, Múnich, 1933.

•Cartas abiertas.

viernes, 25 de marzo de 2011

pragmatismo

Representó un influyente papel en la difusión del pragmatismo. Por otra parte, su pensamiento se relaciona con una doctrina que él mismo llamó empirismo radical. Produjo por un lado Principios de psicología (1890), obra monumental de psicología científica, y por otro lado Las variedades de la experiencia religiosa (1902), por la que se le considera como el fundador de la "Psicología de la religión", culminación de una trayectoria vital apasionante. Entusiasta investigador de los procesos subliminales de la conciencia y de los fenómenos paranormales, escandalizó al mundo científico de su tiempo cuando defendió el ejercicio libre de los healers (curanderos o sanadores mentales) y de terapias como la mind-cure.

En 1904 publicó ¿Existe la conciencia? donde pretendía demostrar que el dualismo tradicional entre sujeto y objeto era una barrera para una sólida concepción de la epistemología y había que abandonar la autoconsciencia como una entidad opuesta al mundo material.

En 1907 publica Pragmatismo: un nuevo nombre para algunos antiguos modos de pensar, en donde expresa que el pragmatismo es un método para apaciguar las disputas metafísicas que de otro modo serían interminables. ¿Es el mundo uno o múltiple? ¿Libre o determinado? ¿Material o espiritual? El método pragmático, dice, en tales casos trata de interpretar cada noción, trazando sus respectivas consecuencias prácticas. ¿Qué diferencia de orden práctico supondría para cualquiera que fuera cierta tal noción en vez de su contraria? Si no puede trazarse cualquier diferencia práctica, entonces las alternativas significan prácticamente la misma cosa y toda disputa es vana. James tiene cuidado de definir el pragmatismo como método. Por tanto, su libro no conduce a ningún resultado concreto sino que es un modo de enfrentarse al mundo.

Toda su trayectoria vital se ve marcada por una depresión que sufre en su juventud y de la que sale, literalmente, "obligándome a vivir". Así, centra el resto de su existencia en una dicotomía de la que le es difícil escapar, dado que por un lado, sus intentos de convertir la psicología en una ciencia natural le lleva a un incipiente determinismo, pero su idea del libre albedrío y del voluntarismo de la conciencia, idea ésta rebatida posteriormente por su discípulo Hugo Münsterberg, le hacen al mismo tiempo partícipe de la idea de que cualquier acto de la conciencia transformable en una conducta vitalista, de acuerdo con los principios darwinistas predominantes en la época, es válida en tanto en cuanto conduce hacia la supervivencia.

critisismo

Immanuel Kant (ɪˈmaːnu̯eːl ˈkant) (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724 – ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un filósofo alemán de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del idealismo alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.

Entre sus escritos más destacados se encuentra la Crítica de la razón pura (Kritik der reinen Vernunft), calificada generalmente como un punto de inflexión en la historia de la filosofía y el inicio de la filosofía moderna. En ella se investiga la estructura misma de la razón. Así mismo se propone que la metafísica tradicional puede ser reinterpretada a través de la epistemología, ya que podemos encarar problemas metafísicos al entender la fuente y los límites del conocimiento. Sus otras obras principales son la Crítica de la razón práctica, centrada en la ética; la Crítica del juicio, en la que investiga acerca de la estética y la teleología y La metafísica de las costumbres que indaga en la filosofía del Derecho y del Estado.

Kant adelantó importantes trabajos en los campos de la ciencia, el derecho, la moral, la religión y la historia, inclusive creía haber logrado un compromiso entre el empirismo y el racionalismo. Planteando la primera que todo se adquiere a través de la experiencia mientras que la segunda mantiene que la razón juega un papel importante. Kant argumentaba que la experiencia, los valores y el significado mismo de la vida serán completamente subjetivos sin haber sido primero subsumidos a la razón pura, y que usar la razón sin aplicarla a la experiencia, nos llevará inevitablemente a ilusiones teóricas.

El pensamiento kantiano fue muy influyente en la Alemania de su tiempo, llevando la filosofía más allá del debate entre el empirismo y el racionalismo. Fichte, Schelling, Hegel y Schopenhauer se vieron a sí mismos expandiendo y complementando el sistema kantiano de manera que justificaban el idealismo alemán. Hoy en día, Kant continúa teniendo una gran influencia en la filosofía analítica y continental.

subjetivismo

1. Vida. Nació en Röcken (Alemania) en 1844 y murió en Weimar en 1900. Vivió principalmente con Sils-Maria y en Niza. Estudió en Bonn y Leipzig. Descubrió a Shopenhauer a través de la obra fundamental de éste, El Mundo como Voluntad y Representación. Fue amigo de Wagner. Con la influencia de éste comienza a redactar el Origen de la Tragedia. Fue profesor de Filología Clásica en la Universidad de Basilea. En Turín en 1889 sufre un colapso mental y es recluido en una clínica psiquiátrica en Jena en 1890, la enfermedad que le aqueja es la esquizofrenia.

A la edad de los trece años, atormentado con el problema del mal y de la muerte escribió su primera autobiografía. Sus dudas le inspirarían en 1861 su primer poema titulado: "Al Dios Desconocido"

Sus obras más importantes son :

"Más allá del bien y del mal", "El nacimiento de la tragedia en el origen de la música", "El corpúsculo de los ídolos", "El Origen de la Tragedia", "Ecce Homo", "La gaya ciencia", "Humano, demasiado humano", "Así habló Zaratustra", "La genealogía de la moral", "El Anticristo".

La originalidad de Nietzsche se evidencia en su carácter inclasificable. Educado en la rígida escuela post – romántica, que retoma "la imposibilidad del conocer". "En él no se encuentra un voluntad de sistema, no por ello carece de unidad su obra filosófica, la cual brilla por su expresión. El aforismo es la forma en que se plasma su pensar instantáneo".

Cuando Nietzsche ataca el idealismo no se dirige a una escuela filosófica en particular sino a la categoría misma de ideal. Nietzsche es el máximo exponente del nihilismo, el cual significa que "nada tiene valor, nada es conocido. El Nihilismo de Nietzsche es más una posición teórica sofística que filosófica. El pensamiento de Nietzsche es un pensamiento negativo".

El pensamiento de Nietzsche está enteramente expresado en los principios de su nueva valoración, que comprende la subordinación del conocimiento a la necesidad vital e inclusive biológica, la formación de una lógica para la vida, el establecimiento de un criterio de verdad según la elevación del sentimiento de dominio, la negación de lo universal y necesario, la lucha contra todo lo metafísico y lo absoluto.

La filosofía de Nietzsche es, en buena parte, una destrucción de los supuestos básicos de la filosofía tradicional, destrucción que se concibe como el acto impío de supresión de los presupuestos teológicos encubiertos de la tradición. "La ilusión del conocimiento absoluto es uno de los supuestos: no hay conocimiento más que en los límites de la especie humana y validez para ésta, exclusivamente; no tenemos un conocimiento del ser en sí de las cosas, sino de su ser para nosotros, para los miembros de una especie biológica determinada".

Nietzsche después de haber abandonado a sus maestros Wagner y Shopenhauer es influido totalmente por la ilustración y los hombres de ciencia, y hasta por el positivismo. De entonces son sus ideas del agnosticismo metafísico y del eterno retorno, así Nietzsche se atreve a negar la posibilidad de la metafísica al igual que todo conocimiento de Dios y la inmortalidad del alma. Conjuga esta pérdida de la fe con la afirmación de la voluntad de vivir presente en su inicial periodo de pensamiento:

"Si el mundo es múltiple, cambiante y aparente, y el hombre está guiado por esa multiplicidad a través de los instintos, no podrá existir nunca la verdad absoluta ; frente a la metafísica platónica y cristiana, Nietzsche reclama una visión irracional del Universo. La verdad no puede ser algo absoluto ni definitivo, sino que será siempre relativa, individual, o como el mismo lo expresó "la verdad consiste en estar siempre en el error". Dentro de esta relatividad, será más verdadera aquella perspectiva que favorezca la vida, aquella que siga los instintos vitales".

relativismo

Sócrates nació en Atenas el año 470 a. c. de una familia, al parecer, de clase media. Su padre era escultor y su madre comadrona, lo que ha dado lugar a alguna comparación entre el oficio de su madre y la actividad filosófica de Sócrates. Los primeros años de la vida de Sócrates coinciden, pues, con el período de esplendor de la sofística en Atenas.
2.

El interés de la reflexión filosófica se centraba entonces en torno al ser humano y la sociedad, abandonando el predominio del interés por el estudio de la naturaleza. Probablemente Sócrates se haya iniciado en la filosofía estudiando los sistemas de Empédocles, Diógenes de Apolonia y Anaxágoras, entre otros. Pero pronto orientó sus investigaciones hacia los temas más propios de la sofística.
Pensamiento
1.

Sócrates no escribió nada y, a pesar de haber tenido numerosos seguidores, nunca creó una escuela filosófica. Las llamadas escuelas socráticas fueron iniciativa de sus seguidores. Acerca de su actividad filosófica nos han llegado diversos testimonios, contradictorios entre ellos, como los de Jenofonte, Aristófanes o Platón, que suscitan el llamado problema socrático, es decir la fijación de la auténtica personalidad de Sócrates y del contenido de sus enseñanzas. Si creemos a Jenofonte, a Sócrates le interesaba fundamentalmente la formación de hombres de bien, con lo que su actividad filosófica quedaría reducida a la de un moralista práctico: el interés por las cuestiones lógicas o metafísicas sería algo completamente ajeno a Sócrates. Poco riguroso se considera el retrato que hace Aristófanes de Sócrates en "Las nubes", donde aparece como un sofista jocoso y burlesco, y que no merece mayor consideración.
2.

Más problemas plantea la interpretación del Sócrates platónico: ¿Responden las teorías puestas en boca de Sócrates en los diálogos platónicos al personaje histórico, o al pensamiento de Platón? La posición tradicional es que Platón puso en boca de Sócrates sus propias teorías en buena parte de los diálogos llamados de transición y en los de madurez, aceptándose que los diálogos de juventud reproducen el pensamiento socrático. Esta posición se vería apoyada por los comentarios de Aristóteles sobre la relación entre Sócrates y Platón, quien afirma claramente que Sócrates no "separó" las Formas, lo que nos ofrece bastante credibilidad, dado que Aristóteles permaneció veinte años en la Academia.
3.

El rechazo del relativismo de los sofistas llevó a Sócrates a la búsqueda de la definición universal, que pretendía alcanzar mediante un método inductivo; probablemente la búsqueda de dicha definición universal no tenía una intención puramente teórica, sino más bien práctica. Tenemos aquí los elementos fundamentales del pensamiento socrático..

escepticistimo

Michel de Nôtre-Dame

(14 de diciembre de 1503 – 2 de julio de 1566) o Miquèl de Nostradama en occitano, fue un médico y consultor astrológico provenzal de origen judío, considerado uno de los más renombrados autores de profecías y eventos futuros. Su obra profética Las verdaderas centurias astrológicas y profecías fue publicada por primera vez en 1555.

Desde la publicación del libro, muchas personas se han visto atraídas por sus misteriosos versos (comúnmente escritos en cuartillas). La mayoría de sus seguidores afirman categóricamente que Nostradamus predijo todas las catástrofes del mundo, desde su época hasta el futuro año 3797, fecha en que supuso que acontecerá el fin del mundo. También colaboró con la aristocracia francesa, elaborando horóscopos para la reina Catalina de Médici, prediciendo sorprendentemente la muerte del rey Enrique II y, finalmente, siendo asignado como médico de la corte real por Carlos IX.

En contraste, muchas de las fuentes científicas afirman que la relación que existe entre los eventos mundiales y Nostradamus es resultado de las traducciones e interpretaciones tendenciosas, con la finalidad de que coincidan plenamente con los acontecimientos que ocurren día a día. Por lo tanto, no hay evidencia cierta de que realmente Michel de Notredame haya hecho que las predicciones que son tan anunciadas tengan una clara identificación a la postre en el tiempo.

Dogmatismo

Tales de Mileto
Nació en Mileto, colonia jónica del Asia menor, en el año 624 y murió en el 546 a.C. Ejerció influencia en su patria. Estudió geometría en Egipto. Su nombre encabeza todas las listas de los siete sabios. Es llamado por Aristóteles el padre de la filosofía.

Tales creó su fama a través de varios inventos prácticos. Predijo un eclipse de sol, que aconteció en una batalla entre los medos y lidios, aproximadamente en el año 585 a.C.

Su pensamiento

Tales cree encontrar el principio básico (arjé), señalando al agua como principio de todas las cosas. Pero este principio no es sólo el fundamento de las cosas sino el principio de la vitalidad, de todo lo viviente.

"Lo que constituye el mérito histórico del milesio es, sin duda, el concepto de principio originario de todo ser, concepto que fue él el primero en haber definido."

Dos tesis le fueron atribuidas a Tales. La primera, que todo procede del agua. Sobre ésta nos informa Aristóteles:

"Pero, en cuanto al número y a la especie de tal principio (el primer principio de todas las cosas) no todos dicen lo mismo, sino que Tales, el iniciador de la filosofía, afirma que es el agua (por eso también es que manifestó que la tierra estaba sobre el agua)."

Ahí tenemos no una sino dos afirmaciones "acuosas". La segunda, la idea de que la tierra descansa sobre el agua, parece mas bien una idea astrofísica. Todo procede del agua; es decir, que la multiplicidad fenoménica del mundo procede de algo simple. El mundo tiene pues una arquitectura inmanente. Existe un supuesto adicional en la "inocente" frase de Tales; se trata de que la estructuración del universo, es, en el mito y la religión, exclusiva y mistérica competencia de los dioses.
Otro Tales

Lo anterior es un primer desafío a los dioses; paradójico si se tiene en cuanta la otra tesis del sabio. Esta segunda tesis de Tales dice que todo está lleno de dioses. Esta tesis está ligada a su opinión sobre los imanes y el ámbar. Leamos primero lo que nos dice Diógenes Laercio:

"Aristóteles e Hipias dicen que Tales atribuyó alma a cosas inanimadas, demostrándolo por la piedra imán y por el ámbar."

En principio, lo que Tales afirma es que todos los elementos, tenidos por inertes tienen "psyché", alma. Pero Tales hizo extensivo este atributo a todo lo inanimado (Tá apsychá). Aristóteles vio en la afirmación de Tales un cierto animismo (Hilozoísmo) que le impelía a adjudicar espíritus a todas las cosas.